miércoles, 28 de abril de 2010

¡LA CALÓ!


Ya estamos a mitad de la segunda semana casi sin darnos cuenta y ¡qué calor!. Sube la temperatura, crece la hierba, las flores...y nos encontramos con el problemilla de que debemos buscar alguna zona que nos permita rodar la próxima semana un par de tomas de invierno. Ya os contaré.

De momento seguimos con Manuel Camacho que el lunes pasado por la mañana, sin su coaching Mercedes Almarcha, con un calor horroroso y después de 6 días seguidos de rodaje con añadido de carga dramática, se encontraba un poco cansado. Además rodábamos con el hurón planos cortitos que exigen marquetería fina...pero como recompensa la tarde del lunes trabajamos en el río y ahí Manolillo disfrutó un montón.

El lunes dio tanto de sí que incluso pudimos hacer alguna toma extra que siempre tranquiliza...

Ayer martes rodamos una secuencia complicada. Intentan llevarse a Marquitos y los lobos cierran el paso.
Hacer un encuentro de caballos, cabras y lobos, más que difícil era imposible porque los lobos se hubieran comido a las cabras. La ventaja: la parte de los lobos ya estaba rodada por Joaquín Gutiérrez Acha; la dificultad: tener el mismo raccord y que Manolillo se tirara del caballo casi en marcha...Al final quedo muy bien resuelto y ya por la noche lo celebramos todo el equipo en una terracita de la plaza de Cardeña. También dimos la bienvenida a Carlos Bardem y Eduardo Gómez que ya han llegado con muchas ganas de retomar el rodaje.

domingo, 25 de abril de 2010

DÍAS SOLEADOS, DÍAS NUBLADOS

¡Acabada la primera semana de esta última etapa de rodaje!
Hasta el miércoles no nos podíamos creer la suerte que estábamos teniendo con el tiempo. Cuando nos hacía falta nubes, ahí estaban las nubes; cuando la secuencia requería sol, ahí lo teníamos. El miércoles además, entró en escena un personaje que nos dió muchas alegrías: Minero, el hurón que se convierte en inseparable de Marquitos. Hacía ya unos meses que le habíamos dado el hurón a Manuel Camacho para que lo cuidara y fuera creible la amistad entre ellos. Cuando vimos cómo el niño daba de beber a Minero agua de su boca, supimos que una vez más Manolillo lo había conseguido.

Después de la calma del miércoles, vino la desesperación del jueves: el tiempo dejó de acompañarnos.
La primavera en plena montaña provoca mucha inestabilidad y pasábamos de un momento a otro de nubes a sol. Se añadía además que ese día rodábamos con los lobos. Pepe España, el profesional que los maneja, llegó con Ossi, Lug y Cíes (que hace el personaje de Lobito, la loba cómplice de Marquitos). También rodábamos con el niño, así que no hicimos mucho caso a la clásica recomendación del maestro Hitchcock: evitar rodar con animales y con niños...Sin embargo nos salió a la primera. Nos quedamos impresionados con la profesionalidad de Lobito, cuando Marquitos aúlla desde una roca, allí iba la loba con un conejo en la boca ofrecíéndoselo al niño. Y así, a pesar del tiempo, salvamos el día, satisfechos.

El viernes fue el primer día que trabajábamos con Sancho Gracia. Para mí es un sueño trabajar con él, ¡yo que no me perdía un capítulo de Curro Jiménez!.
Sancho lo disfrutó mucho y Lucas, que nos prepara la comida del rodaje, hizo ese día arroz con lechón. Os podéis imaginar...
De todas formas lo más importante de ese día para mí, era que hubiera química entre Sancho y el niño, imprescindible para el buen desarrollo de esta parte de la película y lo conseguimos.

Y el sábado fue el día de rodaje que más disfrutamos. Era un día complicado, Marquitos se encuentra solo, con una muñeca rota por su caída de un árbol y no encuentra comida, así que intenta pescar peces con las manos. Se necesitaba mucha tensión dramática y que el niño pudiera proyectarlo. No os digo más que acabamos todos emocionados, aunque nuestra encargada de vestuario, Lola Huete, mi script: Avelina y Antonio el pertiguista, los que más.
Me encanta trabajar con Manolillo, es arcilla que vas moldeando. Es una experiencia tan bonita...La transición que debe hacer del Marquitos que llega a la sierra, con el Marquitos al que le crece el pelo y se le queda la ropa vieja... hasta que llega a ser el joven que se convierte en Juanjo Ballesta, me preocupaba, pero la profesionalidad de Manolillo puede con todo. Él se ha preparado todo lo que ha podido: ha visto la parte de rodaje de Juanjo Ballesta, vió Greystoke, El pequeño salvaje de Truffaut...pero además hay que destacar el gran trabajo de Mercedes Almarcha, su coaching, que le ha preparado para este reto.

Así que el sábado tuvimos buen tiempo y buen humor para trabajar de nuevo con animales, esta vez peces, que son los que Marquitos intenta pescar con las manos. Un retén del equipo de arte se fue a buscar barbos, finalmente teníamos 10 nadando en el río del Oreganal, donde estamos rodando. Para Manolillo fue más que nada un juego, le retábamos a ver cuántos peces podía pescar con la mano. Este fue el último plano de la semana que nos sirvió para relajarnos un poquito después de una semana tan intensa.

Quiero acabar esta entrada del blog comentando lo unido que está nuestro equipo de rodaje. De hecho, cuando me marchaba de vuelta a Madrid, allí les vi en una terracita de un bar de Cardeña, organizando una fiestecilla para pasar el fin de semana juntos. Así da gusto.

miércoles, 21 de abril de 2010

TERCER DÍA DE RODAJE. MANUEL CAMACHO LO BORDA.


Hoy comenzamos nuestro tercer día de trabajo, felices por lo bien que hemos retomado esta última fase del rodaje.
El lunes fue un día tranquilo. Necesitábamos que fuera así. Llevábamos sin rodar desde noviembre y en ese lapsus de tiempo ha cambiado parte del equipo de rodaje; Manuel Camacho, nuestro Marquitos con 7 años, retomaba su personaje…Todos debíamos adaptarnos a esta nueva etapa. Así que decidimos rodar secuencias que no entrañaran mucha dificultad. Trabajamos cómo Marquitos se va adaptando al campo, cómo aprende a recolectar, a buscar huevos de tórtolas…Fue un día tranquilo de toma de contacto.

El martes, todo lo contrario, rodamos una de las secuencias más difíciles de la película. Marquitos, muerto de hambre, ve cómo un águila caza un conejo y se lo lleva hasta el nido donde están sus polluelos. El nido está en un alcornoque de unos 10 metros de altura. Hasta ahí sube Marcos, pero acaba cayéndose.

Para rodar la secuencia de la caída hemos contado con una figura legendaria del sector de los especialistas, Ignacio Carreño. Entre sus trabajos, destacar que fue doble de Rambo o de Indiana Jones. Para esta escena de riesgo, Ignacio Carreño ha utilizado la máquina DESCENDER desde donde se lanzaba al niño sujeto con un arnés. Lo hicimos de manera progresiva, comenzando de menor hasta mayor altura, hasta que vimos que Manuel no tenía miedo. Ignacio se quedó asombrado con la experiencia, era la primera vez que trabajaba con niños y nos confesó que estaba seguro de que otros no se hubieran atrevido a hacerlo como lo hizo nuestro Manolillo.

La tarde del martes la esperábamos también complicada.

Marquitos, al caer del árbol, se rompe la muñeca y se arrastra hasta una mata de jara. El niño lo bordó.

Ha pasado un año desde que Manuel Camacho se metió por primera vez en el personaje de Marquitos y ha sido increíble ver cómo ha evolucionado. Ahora le vemos mucho más metido en su personaje, le entiende mejor, por lo que es capaz de darle mucha más carga emotiva. Vemos sus gestos, sus miradas y vemos a Marquitos, no a Manuel Camacho. Así que, acabamos el día más que satisfechos.

Y hoy seguimos rodando con Manolillo, os iré contando.

miércoles, 7 de abril de 2010

Inauguramos nuevo Blog de Entrelobos. Por Gerardo Olivares.


Hola entreloberos, por fin ve la luz la web de ENTRELOBOS y con ella este blog, en el que a partir de hoy, y durante las próximas cinco semanas, iremos incluyendo contenidos: mirad, por ejemplo, los storyboard que realizamos e intentaré contar las anécdotas de un rodaje que comenzó hace unos cuantos meses, allá por el mes de mayo del 2009. Nooooo, ni mucho menos penséis que llevamos diez meses rodando, aunque ya me hubiera gustado, solo que hemos partido la grabación en cuatro fases (dos semanas en mayo, una en octubre, dos en noviembre, y las cinco que nos quedan y que comenzamos el 19 de abril) para coincidir con las cuatro estaciones del año. Los que habéis seguido mi trayectoria profesional quizás os sorprenda que me haya decidido por una historia tan local –se desarrolla en Andalucía-, teniendo en cuenta que mis anteriores trabajos, tanto documentales como ficción, los he rodado en rincones perdidos del mundo. En el caso de la ficción -14 kilómetros y La Gran Final- han sido lugares tan remotos como Mongolia, la Amazonía o el desierto del Sahara, y quizás por ello, algunos periodistas los catalogaron como documentales.

Yo andaba dándole vueltas a un nuevo proyecto y barajaba varias ideas. De todas, había una en la India que me apetecía especialmente. Y en ello estaba cuando el 13 de enero del 2007, el diario El País abrió su portada con una foto que cambiaría definitivamente mi destino. Si queréis saber los pormenores de lo que ocurrió, leed en este blog notas del director, ahí lo explico todo.