domingo, 25 de abril de 2010

DÍAS SOLEADOS, DÍAS NUBLADOS

¡Acabada la primera semana de esta última etapa de rodaje!
Hasta el miércoles no nos podíamos creer la suerte que estábamos teniendo con el tiempo. Cuando nos hacía falta nubes, ahí estaban las nubes; cuando la secuencia requería sol, ahí lo teníamos. El miércoles además, entró en escena un personaje que nos dió muchas alegrías: Minero, el hurón que se convierte en inseparable de Marquitos. Hacía ya unos meses que le habíamos dado el hurón a Manuel Camacho para que lo cuidara y fuera creible la amistad entre ellos. Cuando vimos cómo el niño daba de beber a Minero agua de su boca, supimos que una vez más Manolillo lo había conseguido.

Después de la calma del miércoles, vino la desesperación del jueves: el tiempo dejó de acompañarnos.
La primavera en plena montaña provoca mucha inestabilidad y pasábamos de un momento a otro de nubes a sol. Se añadía además que ese día rodábamos con los lobos. Pepe España, el profesional que los maneja, llegó con Ossi, Lug y Cíes (que hace el personaje de Lobito, la loba cómplice de Marquitos). También rodábamos con el niño, así que no hicimos mucho caso a la clásica recomendación del maestro Hitchcock: evitar rodar con animales y con niños...Sin embargo nos salió a la primera. Nos quedamos impresionados con la profesionalidad de Lobito, cuando Marquitos aúlla desde una roca, allí iba la loba con un conejo en la boca ofrecíéndoselo al niño. Y así, a pesar del tiempo, salvamos el día, satisfechos.

El viernes fue el primer día que trabajábamos con Sancho Gracia. Para mí es un sueño trabajar con él, ¡yo que no me perdía un capítulo de Curro Jiménez!.
Sancho lo disfrutó mucho y Lucas, que nos prepara la comida del rodaje, hizo ese día arroz con lechón. Os podéis imaginar...
De todas formas lo más importante de ese día para mí, era que hubiera química entre Sancho y el niño, imprescindible para el buen desarrollo de esta parte de la película y lo conseguimos.

Y el sábado fue el día de rodaje que más disfrutamos. Era un día complicado, Marquitos se encuentra solo, con una muñeca rota por su caída de un árbol y no encuentra comida, así que intenta pescar peces con las manos. Se necesitaba mucha tensión dramática y que el niño pudiera proyectarlo. No os digo más que acabamos todos emocionados, aunque nuestra encargada de vestuario, Lola Huete, mi script: Avelina y Antonio el pertiguista, los que más.
Me encanta trabajar con Manolillo, es arcilla que vas moldeando. Es una experiencia tan bonita...La transición que debe hacer del Marquitos que llega a la sierra, con el Marquitos al que le crece el pelo y se le queda la ropa vieja... hasta que llega a ser el joven que se convierte en Juanjo Ballesta, me preocupaba, pero la profesionalidad de Manolillo puede con todo. Él se ha preparado todo lo que ha podido: ha visto la parte de rodaje de Juanjo Ballesta, vió Greystoke, El pequeño salvaje de Truffaut...pero además hay que destacar el gran trabajo de Mercedes Almarcha, su coaching, que le ha preparado para este reto.

Así que el sábado tuvimos buen tiempo y buen humor para trabajar de nuevo con animales, esta vez peces, que son los que Marquitos intenta pescar con las manos. Un retén del equipo de arte se fue a buscar barbos, finalmente teníamos 10 nadando en el río del Oreganal, donde estamos rodando. Para Manolillo fue más que nada un juego, le retábamos a ver cuántos peces podía pescar con la mano. Este fue el último plano de la semana que nos sirvió para relajarnos un poquito después de una semana tan intensa.

Quiero acabar esta entrada del blog comentando lo unido que está nuestro equipo de rodaje. De hecho, cuando me marchaba de vuelta a Madrid, allí les vi en una terracita de un bar de Cardeña, organizando una fiestecilla para pasar el fin de semana juntos. Así da gusto.

1 comentario:

  1. Gerardo vas a enseñar al mundo lo que nunca se ha visto, la dehesa y su entorno el paso de campiña a monte y de montea dehesa.Fantástico, que disfruteis de vuestro paso por Los Pedrohes . Un Fuerte Abrazo Lucena y Cía.

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